Muchas onzas de calidez (en la atención), una
buena porción de buen gusto (en sus tragos y comidas), aderezado con una gran
ración de recuerdos (en las mentes de sus habituales asistentes y las
peculiaridades que ornan La Taberna) complementado con una variada gama de
melodías (en la música que ambienta la sala) todo ello se conjuga y dan como
resultado el añejo y emblemático Café/Bar
Taberna San Roque, simbólico punto del distrito que todo olivense debería visitar.
Don Oswaldo Carpio, un ex policía de la Guardia Republicana, fundó allá por el año 1973 la taberna en la cochera de su
casa, cuando aún la urbanización Mercurio no existía, cuando la poca gente que
vivía en la zona tenía que recorrer varias calles para conseguir algunos tragos.
Don Oswaldo decidió aperturar este negocio sin imaginar la importancia que éste
tomaría en el distrito. “Cuando inicié el negocio, muchos de mis actuales
visitantes tenían en esos tiempos 14 o 15 años, ahora ya incluso algunos son
abuelos. Muchos me cuentan que aquí iniciaron su romance con sus actuales
esposas, que iniciaron muchos negocios o que aquí probaron sus primeros
tragos”.
En sus más de 40 años de existencia, La Taberna San Roque ha sido mudo
testigo de los grandes y radicales cambios que ha presentado el distrito, desde
su creación misma, de la transformación de sus pequeñas y angostas calles a las
grandes y comerciales avenidas, de sus áreas poco pobladas a los grandes
edificios, centros comerciales y abundantes negocios que hoy proliferan en sus
vías. “Nada de esto existía cuando llegue a vivir aquí, yo vivía antes en el Rímac
y decidí poner el negocio en esta zona, cuando sólo había algunas casas, había
muchos espacios vacíos, terrales. Quién se imaginaria que Los Olivos llegaría a
convertirse en lo que es ahora. Creo que elegí un buen lugar para vivir, no me
equivoqué”.
Un aspecto resaltante que todo cliente observará
es la variada colección de objetos antiguos que San Roque exhibe en sus interiores, ya sea un conjunto de latas con
cerveza de diferentes países, una colección de billetes antiguos o las primeras
“versiones” de las máquinas de escribir, de los antiquísimos teléfonos a disco,
de los tocadiscos a manivela, una muestra en miniatura de autos antiguos, entre otras curiosidades.
Para los que deseen acompañar a su bebida con
algún “piqueo”, aquí podrá disfrutar también de un apetitoso entremés a su
gusto, todo para que el cliente se sienta satisfecho. “Mi mayor orgullo es que
la gente se vaya contenta porque fue bien atendida, porque pasó un momento
grato. Eso además beneficia al negocio porque nuestros clientes son nuestros
mejores publicistas”.
La Taberna San Roque en su política de dar nuevas y mejores alternativas en sus productos ha ampliado la carta de tragos, así que no hay excusa para disfrutar de un ameno y grato momento en compañía de amigos o de una linda muchachita; quien sabe, tu podrías ser la próxima pareja que se forme en este acogedor rincón de Los Olivos.
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